Ofrecemos:
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Una acogida cercana y cálida.
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Un lugar de retiro, silencio y paz donde cada uno pueda encontrarse consigo mismo, con Dios y con la creación.
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Una escucha respetuosa y un posible acompañamiento espiritual.
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Un clima adecuado para discernir la llamada a la vida monástica.
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Compartir con la comunidad la Eucaristía y la oración litúrgica.
Capacidad:
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22 habitaciones con calefacción y baño completo; 4 sin baño.
Con posibilidad de ser dobles o individuales. -
Oratorio.
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Salas de reuniones.
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Un jardín amplio para pasear y disfrutar de la naturaleza.
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Permanece abierta todo el año.
La puerta del monasterio se cierra después del rezo de completas
