Solemnidad de San Benito, 2024
Hoy celebramos la solemnidad de nuestro padre Abad San Benito y con él celebraremos la primacía de la escucha, que debe ser nuestra actitud constante; la primacía del silencio fecundo; la prioridad de la vida interior, la prioridad de la conversión cotidiana a nuestra identidad, a aquello que somos y que en cada instante debemos llegar a ser.
Vamos a comenzar dando gracias porque, un año más, la Iglesia nos ofrece poder celebrar la fiesta de nuestro Padre y fundador. Una nueva ocasión para darle el culto que merece, para alabar y bendecir a Dios porque su gloria se ha manifestado en este hijo suyo, nuestro Padre San Benito.
Si miramos nuestras vidas encontraremos motivos, más que suficientes, para poder renovar nuestra ilusión en la consagración a Dios, que un día hicimos siguiendo sus huellas. Y también, motivos sobrados para plantear un nuevo año, bajo su patrocinio, de entrega a Dios conforme al espíritu de San Benito.
En nuestro padre San Benito tenemos que encontrar luz para poder vivir hoy nuestro carisma, estando a la altura de las demandas que la Iglesia y la sociedad nos piden.
El espíritu de oración continua en el que vivimos, la entrega desde el sacrificio y la renuncia que mantenemos desde nuestro estilo de vida en la clausura, hacen que el mundo y las personas puedan encontrar apoyo y sostén en la dura lucha que hoy exige nuestra sociedad tan convulsa y alejada de Dios.