Los sueños, ¿sueños son?

molinos
“¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.
Pedro Calderón de la Barca 

Ando estos días dando vueltas a mi mente porque, sin querer ofender ni menospreciar la belleza que encierran los inmortales versos de nuestro gran Calderón de la Barca en su obra “La vida es sueño”, no termino de estar del todo de acuerdo en los versos finales del monólogo de Segismundo en su Acto II, escena 19. Y por eso es que mi mente anda inquieta dando vueltas y al final me pregunto, los sueños ¿sueños son?

Y todo esto empieza porque desde hace algún tiempo cada mañana, desde el amanecer, mi corazón, todo mi ser vibra de alegría, satisfacción, agradecimiento,… al Creador de todo por esa maravillosa obra de sus manos que nos ha preparado con todo su mimo y cuidado.

mariposas dosDespués del rezo comunitario del Oficio de Lecturas, 6’15 h., en el que hemos puesto en manos de Dios al mundo entero para que, con el alumbramiento de un nuevo día, cuide y proteja a todos sus hijos… salimos al campo M. Abadesa y quien esto escribe dispuestas a mover las piernas y el corazón por prescripción médica, ¡bendita prescripción médica! Con los ojos levantados al cielo, la invocación al Espíritu abre nuestro paseo y enseguida nuestra mirada se pierde ante tanta belleza a nuestro alrededor. Y, qué acierto el del salmista cuando nos dice que “las colinas se revisten de mieses que aclaman y cantan”, eso es, campos inmensos de trigo y cebada que están llegando en esta época a su máximo esplendor hacen que nuestra mirada se deleite; aves del cielo, muy distintas y variadas, acompañan nuestro paseo regalándonos esa música de fondo que nos sabe a gloria; riachuelos pequeños que este año, gracias a las lluvias del invierno, con su abundante caudal cantan con voz clara preciosas melodías a ritmos acompasados sin detenerse un instante buscando su destino final; ese sol madrugador que nos da los buenos días muy despierto llegado del otro extremo de la tierra después de toda una noche en vela y ahora, asomándose con fuerza desde esas montañas que indican el este, se dispone a acompañarnos, más esplendoroso a medida que va ocupando su sitio en las alturas haciéndose sentir más y más. Descubrimos nuestra sonrisa cuando, de repente, en actitud puramente contemplativa, aparecen dos gacelas completamente estáticas entre los trigos, observan nuestros pasos, no se inmutan pero nos siguen con su sexto sentido, dándonos también sus buenos días, y de repente, en dos saltos las perdemos de vista. Ellas nos han dado un plus de alegría a nuestro paseo matinal. Todo es naturaleza en su estado puro.

A medida que nos acercamos a la Nacional 1 y, más allá, divisando la autovía, los mismos encuentros, trabajadores en sus vehículos dispuestos a emprender una nueva jornada laboral, ya somos conocidos anónimos. Nos cruzamos, ellos siguen su camino y nosotras seguimos el nuestro. Avanzamos un poco más y ya olemos a horno de leña, la panadería queda cerca, es nuestro último destino del trayecto. En un intercambio breve de buenos días con la panadera y una barra de pan bajo el brazo nos disponemos a desandar el camino recorrido. Volvemos al monasterio, no hay tiempo para más.

Ya de vuelta el sol nos acompaña como un amigo fiel, dándonos luz y calor, nos va marcando el camino. Todo es paz y armonía. Todo es felicidad, belleza, bienestar… Así lo quiso Dios desde el principio. Pero, de repente, me invade un sentimiento de tristeza. Y en mi mente aparece quien es el protagonista principal de todo este puzzle perfectamente diseñado y combinado, el hombre, por quien todo ha sido creado, obra máxima de nuestro Padre Dios y entonces, todo cambia. Ya no todo es paz y armonía. ¿Por qué? Porque de golpe se me acumulan infinidad de imágenes que no tienen nada que ver con esta belleza matutina.

Tantos problemas creados por nosotros mismos, tanta ambición, tanto egoísmo, tanta maldad, tanto odio, tanta dignidad pisada, tanto sufrimiento… ¿Por qué no podemos vivir todos como hermanos? ¿Por qué no podemos compartir lo que somos y lo que tenemos? Y sí, quizá encaja bien la idea del poeta, que la vida es sueño y los sueños, sueños son.

09 arco irisPero no me resisto a dejar las cosas así, creo que la vida hay que soñarla bonita, agradable, cómoda… pero no dejemos que termine en solo un sueño, hemos de luchar por hacer que esos sueños se conviertan en realidad, hemos de luchar por no permitir quedarnos atrapados en ilusiones inalcanzables sin dar pasos hacia adelante, cueste lo que cueste. Me consta que hay mucha gente trabajando por hacer realidad el gran sueño de Jesús, me enorgullece conocer personalmente a unos, a otros por referencia…. pido por ellos, les apoyo y hago fuerza desde mi condición de consagrada en la vida monástica para que sus ideales no desfallezcan. Y desde la fe creo firmemente que llegará un día en que se hará más realidad ese gran sueño, vivir en paz y en fraternidad todos juntos. Por eso, a pesar de la altura poética de nuestro gran dramaturgo, prefiero quedarme con mis versos y seguir con nuestro paseo matutino apostando por
la capacidad del ser humano para convertir los sueños en realidad y con la seguridad de que un día seremos revestidos de esplendor y de gloria porque habremos hecho de este mundo nuestra casa de todos. Y entonces sí podré responder a la pregunta, ¿qué es la vida? Y diré que no toda la vida es sueño, sino camino, tarea, conquista, regalo… hacia la verdadera VIDA.

Mayo 2016