Totalán. Sectarismo
Totalán. Sectarismo
Todos los españoles hemos vivido con suma preocupación e interés las noticias que nos llegaban desde que, hoy hace 15 días, nos enterábamos, por diversos medios de comunicación, la desaparición del pequeño Julen en una montaña de Totalán (Málaga). Han sido días de angustia y de solidaridad, unidos al dolor de esos padres que, perdían, así, a su segundo hijo.
Al principio, incluso, nos atrevíamos a soñar con un final feliz. Pero, el sucederse de los días y el multiplicarse de las dificultades hacía presagiar, como tristemente ha sucedido, el final trágico, no por esperado menos doloroso.
En estos días, los medios de comunicación públicos, sostenidos con los impuestos de todos, nos han venido informando, lo cual es de agradecer, puntualmente de los logros milimétricos que se conseguían en el sucederse de los días. Nos han acercado a la pantalla a los diversos actores: padres, ingenieros, picadores, mineros, guardia civil, voluntarios… Uno podía pensar que hasta se han podido pasar. Lo cierto es que el despliegue de medios técnicos y humanos ha sido espectacular, asombroso. Merecía la pena, estaba en juego la vida de un niño y no se podía regatear en medios materiales.
Pero, sorprende que en este despliegue, los medios públicos, que, insisto, pagamos todos, hayan tenido una laguna, dudo que involuntaria, inexplicable, mejor, explicable desde su sectarismo ideológico, por no usar otros calificativos más contundentes. Desde la desaparición del pequeño Julen los salones parroquiales de la parroquia “Santa Ana” de Totalán, se han convertido en una cocina improvisada, centro de avituallamiento, para atender a los equipos de salvamento que trataban de sacar a Julen de las entrañas de la montaña, también de los periodistas que cubrían la noticia. A esta labor humanitaria y asistencial se ha sumado la parroquia vecina de Cala del Moral, donde una feligresa, de la Parroquia, en su casa, ha alojado en su casa a los padres de Julen. Admirable el trabajo de las mujeres de la parroquia quienes todas las noches procuraban la cena a todos que estaban implicados, directamente, en las labores del rescate. A esta ayuda material, se sumaba la espiritual que, en ocasiones como ésta, tanta paz, esperanza y sentido dan.
“Lo que no sale en los medios no existe”. Al frente de estas parroquias, animando, está el sacerdote Ramón Tejero. Ahora entenderán el sectarismo de unos medios públicos que todos pagamos y que debieran servir para informar, con objetividad, lo que sucede. Nunca para adoctrinar en una ideología.
Jesús Yusta Sainz
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