Domingo XIV - A

domingo 14 to aMateo 11, 25-30

Jesús sintió el rechazo de los maestros de la Ley, de los escribas y fariseos y cuando se dio cuenta que los pequeños entendían la Buena Nueva del Reino, se alegró intensamente. Espontáneamente se dirigió al Padre con una plegaria de acción de gracias: “Te doy gracias Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños”.

Jesús alaba la sabiduría de su Padre. Jesús con estas palabras nos hace ver que no son los más inteligentes, cultos, sabios o poderosos los que entienden el mensaje del Dios de Jesús. Solo los sencillos, los humildes, los pobres se abrieron al proyecto de Dios, se abrieron a los valores del Reino de Dios.

Los maestros de la ley que eran los más entendidos en las Escrituras, imponían leyes pesadas al pueblo en nombre de Dios, pensaban que Él exigía estas normas, por esta misma razón no aceptaron el mensaje de Jesús. Un mensaje de amor, de paz, de libertad, de misericordia. Los maestros de la ley se cerraron a sus preceptos y no abrieron su corazón al mensaje del Dios de Jesús.

“Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”

Dios ha puesto todo en manos de su Hijo, hay una íntima relación entre el Padre y el Hijo. Jesús es la mejor Palabra del Padre. Entre Él y Dios hay una relación única de Hijo-Padre, hay una comunión profunda y vital. Sólo a Jesús se ha revelado el Padre en plenitud y le ha entregado todo su poder y autoridad. Jesús es el único Mediador, porque es el Hijo amado del Padre y está lleno de verdad y de vida para que todos participemos de él.

«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”. Jesús dirige una llamada o invitación a cuantos están "cansados y agobiados" por el peso de la ley tal como era explicada por los "sabios y entendidos" (escribas y fariseos) de su tiempo, que insistían mucho en el cumplimiento exacto y legalista pero no hacían sentir la alegría de la salvación ofrecida por Dios. A estos pequeños que se hallan agobiados les invita Jesús a que rompan la relación con la escuela de los escribas y fariseos y se conviertan en discípulos suyos: Él les ofrece alivio. Su yugo es llevadero y su carga ligera.

La invitación de Jesús es para todos, de manera especial para los que sufren más. Las palabras de Jesús nos dan esperanza en estos momentos difíciles que estamos viviendo a nivel mundial ante la situación de la pandemia, y de otras situaciones como la responsabilidad de cuidar la casa común, el racismo que sigue provocando enfrentamientos, la migración masiva e inhumana. Se vive la inseguridad y preocupación por el futuro. ¿Cuántas personas se ha quedado sin trabajo, o les han reducido su salario y sus horas de trabajo? ¿Cuántas familias están necesitando de lo básico para vivir dignamente? ¿Cuánto sufrimiento viven las familias cuando uno de sus miembros tiene covid-19? ¿Cuántas tristezas? ¿Cuántos problemas? Todas estas situaciones cansan y agobian al ser humano. Pero Jesús nos dice a donde ir “venid a mí”.

En Jesús encontraremos alivio, descanso, fuerza, paz. Dios nos ama y Jesús nos lo hace ver en la forma en que trata a los enfermos, a las mujeres, a los niños, a los despreciados por la sociedad. Jesús nos llama en estos momentos a dar consuelo, trasmitir paz y ser portadoras de esperanza. El Papa Francisco nos invita a tener ánimo, a no rendirnos ante el peso de la vida, a no cerrarnos al experimentar el miedo y los pecados, sino ir a Jesús que nos espera para hacernos fuertes ante los problemas, no nos quita, las dificultades, sino la angustia del corazón, no nos quita la cruz, la lleva con nosotros. Y con Él cada peso se hace ligero, porque Él es el descanso que buscamos. Dios tiene predilección por las personas de corazón sencillo, de corazón humilde, que no están llenas de sí mismas y que están abiertas su proyecto.