Domingo 5 Cuaresma - C 2025

domingo 5 cuaresma c 2025Juan 8, 1-11

Este pasaje es uno de los relatos más conmovedores del Evangelio de Juan y presenta una enseñanza profunda sobre la misericordia, el perdón y la justicia divina. Es la historia de la mujer sorprendida en adulterio, a quien los escribas y fariseos llevan ante Jesús con la intención de ponerlo a prueba.

Jesús está enseñando en el templo cuando los fariseos le presentan a una mujer acusada de adulterio, recordando que la ley de Moisés ordenaba apedrear a quienes cometían este pecado. Sin embargo, su verdadera intención no era hacer justicia, sino tenderle una trampa a Jesús: si Él la absolvía, parecería que estaba ignorando la Ley; si la condenaba, iría en contra de su mensaje de misericordia.

Ante esta situación, Jesús responde con una actitud inesperada. Se inclina y escribe en el suelo, un gesto misterioso que ha generado muchas interpretaciones. Luego, les dice: "El que esté sin pecado que le tire la primera piedra." Estas palabras desarman la hipocresía de quienes la acusaban, recordándoles que todos tienen pecados y necesitan la misericordia de Dios.

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Domingo 4 Cuaresma - C 2025

domingo 4 cuaresma c 2025Lucas 15, 1-3. 11-32

Este domingo la liturgia cuaresmal ofrece a nuestra meditación una de las parábolas más hermosas del evangelio: la parábola del Padre y sus dos hijos. Parábola que, seguramente, hemos leído y meditado muchas veces, pero que siempre que nos acercamos a ella toca de modo nuevo nuestro corazón. De entrada, es bueno recordar que el auténtico protagonista de la parábola es el Padre, cuyo proceder Jesús pone como razón última para explicar su comportamiento con publicanos y pecadores cuando es criticado porque “acoge a los pecadores y come con ellos”. Todos hemos sido en un tiempo el hijo pequeño y en otros momentos el hijo mayor: pero la llamada fundamental de la parábola es a comprender la misericordia del Padre y a sentirnos acogidos por ella.

Quiero poner la atención en un versículo que me parece central en el relato de Lucas: es el versículo 20. Dice así: “Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos”. ¡Qué bien nos puede hacer saborear una a una esas palabras!

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Domingo 3 Cuaresma - C 2025

domingo 3 cuaresma c 2025Lucas 13, 1-9

En el evangelio que nos propone la Iglesia en este tercer domingo de Cuaresma aparece una breve parábola en la que el dueño de una viña que tiene una higuera, al ver que esa higuera no produce fruto, le dice al viñador que la corte. El viñador, imagen de Dios, le pide que tenga paciencia: “déjala por este año todavía”. La parábola nos habla de la necesaria paciencia que es una forma concreta de la misericordia de Dios. Cuaresma es el tiempo de la misericordia y una de las manifestaciones concretas, y no fácil, de la misericordia es la paciencia.

La paciencia de Dios es nuestra salvación. Dios misericordioso es infinitamente paciente con nosotros, con nuestras incoherencias, con nuestros fallos y debilidades.

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Domingo 2 Cuaresma - C 2025

domingo 2 cuaresma c 2025Lucas 9, 28b-36

El domingo pasado el desierto, hoy la montaña. Entre desiertos y montañas transcurre nuestra vida. Unas veces estamos arriba y otras veces todo nos parece un desierto. En el desierto el diablo pretendía hacerle desesperar. No eres nada, no eres nadie, no hay nadie. Hoy la voz del cielo le dice (nos dice) "eres hijo" y además "amado".

Feliz domingo.

D. Juan Antonio Navarro

Párroco Iglesia San Bartolomé. Jávea.

Domingo 1 Cuaresma - C 2025

domigo 1 cuaresma c 2025Lucas 4, 1-13

La liturgia en este primer domingo de Cuaresma nos ofrece el pasaje de las tentaciones de Jesús, como si quisiera advertirnos de que tampoco a nosotras nos van a faltar, pero que también podemos salir victoriosas, como Jesús.

Jesús, después de ser bautizado, dónde recibe el Espíritu, se dirige al desierto, empujado por el Espíritu, para prepararse durante cuarenta días a la misión encomendada por su Padre. Estos cuarenta días recuerdan a los cuarenta años que peregrinó el pueblo de Israel por el desierto y a los cuarenta días que pasó Moisés en el Horeb cuando Yavhé le entregó las Tablas de la Ley.

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