Domingo 18 - C
El evangelio de hoy está centrado en la parábola del rico insensato que ha puesto toda su preocupación y su confianza en las riquezas. Jesús la cuenta a propósito de un pleito por cuestiones de herencias entre dos hermanos, de los cuales uno de ellos se acercó al Señor pidiéndole que interviniera diciéndole: “Maestro, di a mi hermano que reparta conmigo la herencia”.
Jesús, sin embargo, evita a toda costa de involucrarse en el litigio familiar y plantea su discurso a un nivel diferente. No quiere ser visto como un simple “juez” de querellas jurídicas familiares, que da la razón a uno de los contendientes y condena al otro.