Domingo XIII - C
La liturgia de este domingo se centra en el tema del seguimiento y de sus exigencias de la vocación. En ellas descubrimos cómo subyace la necesidad del desprendimiento, de la renuncia, del abandono de cosas y personas como exigencia para seguir a Jesús. No existe respuesta a la llamada para ponerse al servicio del reino de Dios, en aquellos que anteponen a Jesús condiciones o intereses personales como le pasó al joven rico del evangelio.
La marcha de Jesús a Jerusalén no es un viaje común. Por eso el maestro requiere de los discípulos la seriedad de la resolución y del riesgo que lleva seguirle, quien comparte esa aventura, tiene que estar dispuesto a entregar su propia vida.