Domingo XXV - B
Tras la confesión de Cesárea, Jesús se pone en camino hacia Jerusalén y convierte el camino en un lugar de enseñanza especial para sus discípulos. Las primeras tres lecciones del Maestro son los tres anuncios de su pasión.
Hoy contemplamos la escena del segundo anuncio. Pero ellos, dice el evangelio, no entendían y les daba miedo preguntarle. Ya Pedro había expresado su resistencia a aceptar el primer anuncio: “¡De ningún modo, Señor! ¡Eso no puede pasarte a ti!”




