Domingo 30 - B 2024

domingo 30 b 2024Marcos 10, 46-52

El protagonista del evangelio de este domingo es “un mendigo ciego, sentado junto al camino”. La pobreza del mendigo que vive de lo que le dan; la enfermedad que le impide ver y que le limita extraordinariamente todas sus posibilidades; la exclusión de la ciudad: está fuera de ella, en el camino. Pobreza, enfermedad, exclusión: todo en la misma persona. No dice el evangelio, como sí hace en otras ocasiones, la edad del ciego o los años que llevaba postrado en la misma situación.

Muchas personas pasaban por el camino. Algunas le dejarían alguna moneda; la mayoría pasaría indiferente. Algunos incluso le juzgaban: “algo habrá hecho”, “por algo está así”: habrá pecado él o sus padres.

Seguir leyendo

Domingo 29 - B 2024

domingo 29 b 2024Marcos 10, 35-45

La liturgia de este domingo nos habla de la actitud constante de servicio que debe de tener todo seguidor de Jesús, que debe de caracterizar nuestra vida. “El no vino para que le sirvieran sino para dar la vida en rescate por todos”, nosotras debemos de hacer lo mismo.

Todas sabemos lo que cuesta ser las últimas y servir. De hecho, desde que nacemos, nacemos ya con un impulso primario: queremos ser las primeras y que los demás estén pendientes de nosotras y vivan para nosotras. Así lo quiere el niño, así lo quiere el joven, la abuela y, aunque de manera distinta, así lo quiere también la persona adulta y así lo queremos todos. Así lo querían también Santiago y Juan, y podemos deducir por el contexto, que así lo querían los demás discípulos que se enfadaron con los dos hermanos.

¡Cómo nos tienta la gloria, el poder, el reconocimiento!: que me valoren por mis capacidades, por mi trabajo, por mi carácter, incluso por mi servicio al prójimo!

Seguir leyendo

Domingo 28 - B 2024

domingo 28 b 2024Marcos 10, 17-30

Hoy el evangelio de Marcos nos narra el episodio del joven rico que se acerca a Jesús y le pregunta qué tiene que hacer para heredar la vida eterna.

El episodio está narrado con intensidad especial. Jesús se pone en camino hacia Jerusalén, pero antes de que se aleje de aquel lugar, llega "corriendo" un desconocido que "cae de rodillas" ante él para retenerlo. Necesita urgentemente a Jesús.

Este joven busca en aquel maestro bueno es luz para orientar su vida: «¿Qué haré para heredar la vida eterna?». No es una cuestión teórica, sino vital. No habla en general; quiere saber qué ha de hacer él personalmente.

Antes que nada, Jesús le recuerda que «no hay nadie bueno más que Dios». Antes de plantearnos qué hay que "hacer", hemos de saber que vivimos ante un Dios bueno como nadie: en su bondad hemos de apoyar nuestra vida. Luego, le recuerda «los mandamientos» de ese Dios Bueno. Según la tradición bíblica, ése es el camino para la vida eterna.

Seguir leyendo

Domingo 27 - B 2024

      Marcos 10, 2-16

El evangelio de hoy nos propone reflexionar sobre la realidad del matrimonio, o lo que es lo mismo, sobre la realidad del amor. Aunque nos pueda parecer que las dificultades de vivir como pareja son consecuencias de estos tiempos que corren, el evangelio no refleja que es un tema que viene de lejos.

Por lógica porque no puede ser de otra manera en matrimonio cristiano exige y posibilita la fidelidad total y para siempre, y ¿por qué? porque así es la fidelidad de Dios para con nosotros, total y para siempre. Sin embargo, esto no impide que busquemos soluciones para los casos en que el amor, esencia del matrimonio, o bien no existió de verdad, o bien ha muerto por el motivo que sea. Para tales casos, más frecuentes de lo que sería de desear, la acogida de los que queremos seguir los pasos y las actitudes de Jesús, conseguirá una solución satisfactoria y coherente con el evangelio.

Seguir leyendo

Domingo 26 - B 2024

domingo 26 b 2024Marcos 9, 38-43.45.47-47

Apertura y tolerancia, frente a la tentación de monopolizar el carisma, es la enseñanza de la liturgia de este domingo.

Los discípulos se acercan a Jesús con un problema. Esta vez, el portador del grupo no es Pedro, sino Juan, uno de los dos hermanos que andan buscando los primeros puestos. Ahora pretende que el grupo de discípulos tenga la exclusiva de Jesús y el monopolio de su acción liberadora.

Juan, con toda ingenuidad, le va a contar a Jesús, pensando que le habían prestado un servicio y que se lo iba a agradecer, que había encontrado a un exorcista que echaba los demonios en su nombre, y que ellos se lo habían prohibido: ¡A ver con qué derecho iba echar él el demonio en nombre de Jesús si no pertenecía a su grupo!

Su actuación les parece una intrusión que hay que cortar, en el fondo, como advierte la primera lectura, están celosos. No les preocupa la salud de la gente, sino su prestigio de grupo. Pretenden monopolizar la acción salvadora de Jesús: nadie ha de curar en su nombre si no se adhiere al grupo.

Seguir leyendo