Pentecostés - A 2023
Jesús se puso en medio y les dijo: ‘Paz a vosotros’. Y así, ensanchando nuestros corazones con el don de la paz, Jesús nos regala su Espíritu para que saboreemos la vida por dentro, más allá del ajetreo, y no vivamos en la ausencia de quien sabemos nos ama. Con las manos abiertas, confiadas, recibimos al Espíritu de Jesús. En nuestra interioridad, más allá de la corteza de la vida, en el silencio, el Espíritu de Jesús quiere ser en nosotras torrente de aguas vivas. El Espíritu de Jesús nos enseña a colocar a Dios dentro de nosotras y no fuera. ¡El Espíritu de Jesús!: gracia y alegría, fortaleza y esperanza, vida entregada y comunión, viento fuerte para el testimonio, voz sinfónica para la alabanza, novedad sin sombras, paz confiada, esperanza para el mundo, siempre amor.
“Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”. Jesús nos regala su Espíritu: plenitud de la Pascua, y el Espíritu de Jesús mantiene vivo el recuerdo de Jesús en las comunidades cristianas y nos capacita para vivir la experiencia interior del misterio de Dios.