Domingo de Pascua - B
Hace pocas horas, en miles de rincones de la tierra, la oscuridad de la noche fue quebrada por la luz del fuego nuevo con la que se nos anunciaba que Jesús de Nazaret, el hombre que murió por amor a nosotros, su pueblo, había vencido a la muerte y ahora, resucitado, vive en medio de nosotros como faro, pastor, guía y sentido de nuestras vidas.
Hace pocas horas nos dejamos alcanzar por la Palabra con la que revivimos el paso de Dios en la historia, en cada una de nuestras historias. Una presencia que habla de amor incondicional, de entrega generosa, de apuesta por el ser humano, del sí definitivo de Dios por la vida.