Santísima Trinidad - B
Mateo 28, 16-20
Jesús se despide de los once discípulos. Unos se postran ante Él y otros vacilan. Es la última hora. Pero en el camino de la fe nada está garantizado. Siempre es posible la inseguridad.
Con todo, hay algo que nos llama la atención. Jesús confía en todos ellos, en los que creen y en los que dudan. No los ha llamado porque eran perfectos, pero espera que lo sean. A pesar de la resistencia y la debilidad de que han dado pruebas, Jesús sigue confiando en ellos.