Tercer Domingo de Cuaresma - B
El evangelio de hoy es uno de los pocos pasajes evangélicos en que aparece la cólera de Jesús, motivada por la situación que encuentra en el templo de Jerusalén, invadido por los vendedores de animales para el sacrificio (bueyes, ovejas y palomas), y por los cambistas de dinero para el pago del impuesto del templo. Entonces él, haciendo un azote de cordeles, expulsó a los primeros con su mercancía y volcó las mesas y desparramó por el suelo el dinero de los segundos. Todo para que no convirtieran en mercado la casa de su Padre, casa de oración.