Cuarto Domingo de Adviento - B
Lucas 1, 26-38
En los domingos anteriores contemplábamos la persona y el mensaje de Juan el Bautista que nos invitaba a allanar los senderos y a preparar el camino para la venida del Señor. La Liturgia, en este último domingo de Adviento, nos invita a poner los ojos en la Virgen María, a tomarla como modelo y a prepararnos como ella… para salir al encuentro del Salvador que viene.
El evangelio nos presenta la anunciación del ángel a María como el cumplimiento de las promesas de Dios al rey David. Y es que Dios es inmensamente libre en la elección de las personas y en la ejecución de los caminos de salvación. Aquí se encuentra con una muchacha, totalmente disponible a su Dios, y ahí se realiza en plenitud su proyecto de salvación.
Alégrate, el Señor está contigo.