Domingo XXXIII - A
Mateo 25, 14-30
El evangelista Mateo en estos últimos domingos nos está hablando sobre la venida del Señor. Lo que nos dice es como una exhortación a toda la Iglesia y, por consiguiente, a nosotras cristianas y consagradas para que vivamos con seriedad el tiempo que media entre la partida de Jesús y su venida definitiva. Por ello, nos está invitando a una vigilancia activa, a no dejarnos adormilar por la pereza, por la rutina o por la comodidad. Y también a la responsabilidad, ya que el Señor nos ha dado unos dones que debemos hacer fructificar.