Domingo II - Cuaresma
Mateo 17, 1-9
Nuestra vida es éxodo y búsqueda constante. Alguien nos está llamando a salir de nosotras mismas, y arriesgar nuestro presente. Es necesario dejar nuestras seguridades, que nos frenan, y avanzar hacia lo nuevo, como le ocurrió a Abrahán y esto es capaz de transfigurarnos. Este Alguien que nos llama es Dios, nuestro Padre, que nos llama a vivir la aventura de nuestra fe, a contemplar el resplandor de su rostro, compartiendo el camino de su Hijo, camino hecho de noches y esperanzas, de dolor y de gloria.