Cuarto Domingo Pascua - A
Juan 10, 1-10
El Evangelio presenta a Jesús como “el Pastor”, cuya misión es liberar al rebaño de Dios del dominio de la esclavitud y llevarlo al encuentro de los pastos verdes donde hay vida en plenitud, al contrario de los falsos pastores, cuyo objetivo es solamente aprovecharse del rebaño en beneficio propio. Jesús va a cumplir con amor esa misión, en el respeto absoluto por la identidad, individualidad y libertad de las ovejas.
Dos imágenes de Jesús nos pueden ayudar en esta hora en que sentimos una gran fragilidad por este virus que nos ha descolocado. Son puerta y pastor, y nos hablan de algo vital para nosotras, de libertad, confianza, acompañamiento. El amor de Jesús no tiene límites, ¡él es nuestro amigo! ¿Cómo tener miedo a su amor? ¡Qué gozo tan grande saber que Jesús nos conoce y nos entiende!