Segundo Domingo de Adviento - B
Marcos 1, 1-8
El domingo pasado se nos hacía una llamada insistente a “Vigilar”, la de hoy se puede sintetizar con otra consigna también clara y enérgica: "convertíos". Convertirse no significa necesariamente que seamos grandes pecadoras y debamos hacer penitencia.
Convertirse, creer en Cristo Jesús, significa volverse a él, aceptar sus criterios de vida, acoger su evangelio y su mentalidad, irla asimilando en las actitudes fundamentales de la vida.
Por eso la voz del Bautista es incómoda. Nos invita a un cambio, a tomar una opción: "preparad el camino del Señor, allanad sus senderos..."

Marcos 13, 33-37
Mateo 25, 31-46
Mateo 25, 14-30
Mateo 25, 1-13