Viernes Santo
Existe una copla popular bien conocida de Antonio Machado que termina así: “No quiero cantar ni puedo a ese Jesús del madero sino al que anduvo en la mar” Y así suele ser entre nosotros. Admiramos más al Jesús de los milagros, el de los poderes especiales, el que es capaz de andar sobre las aguas, y nos cuesta mirar y entender al Jesús de la cruz. Sin embargo, otro poeta Lope de Vega tiene unos versos al Crucificado que termina así: Pero, “¿cómo clavado enseñas tanto? Debe de ser que siempre estás abierto, ¡oh Cristo, de ciencia eterna, oh, libro santo!” Sí, tenemos que acercarnos a la Cruz y aprender de ella, leer en ella, empaparnos de sus enseñanzas. Y ¿qué aprender? Aprender cómo Cristo ha vivido y procesado la injusticia enorme que le han hecho. Él había dicho: “si te abofetean en una mejilla, preséntale la otra”;