Domingo Tercero de Adviento - C
Hoy celebramos el domingo de la alegría. ¿Porqué debemos alegrarnos? Nos lo dirá san Pablo: porque “El Señor está cerca”.
El domingo pasado veíamos a Juan recorriendo toda la comarca del Jordán predicando “un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” Hoy Lucas nos presenta también a Juan en el desierto. Está anunciando que viene el Mesías prometido, el que va a poner todas las cosas en orden, el que va a abrir un nuevo futuro para el pueblo. Y la gente se le acerca. Escuchan que hay que convertirse como medida imprescindible para prepararse para la venida del que viene.