Domingo 17 - B 2024
En el evangelio Jesús se preocupa por la situación de su pueblo: llevan un largo tiempo en descampado y no tienen qué comer. Su mirada es compasiva, le duele el dolor de la gente y este sentimiento lo lleva a buscar soluciones que respondan a las necesidades reales y concretas de la gente.
Una gestión económica humana miraría y escucharía el clamor de las personas que ven con dificultad que no llegan al fin de mes. No se puede ser sordo o sólo escuchar las necesidades de los mercados. Puede que Jesús no conociera de la prima de riesgo ni de los avatares de la bolsa, pero si conocía el corazón de su pueblo, lo escuchaba y actuaba en consecuencia. Fomentar una cultura de la solidaridad.
La multiplicación no fue un acto de magia. ¿Qué fue lo que hizo Jesús? Yo creo que básicamente movió los corazones de quienes estaban en aquél descampado para que miraran al que tenían al lado, que buscaran a quien no tuviera nada y compartieran su pan con él.