Domingo 22 - A 2023
Una vez que los discípulos, por boca de Pedro, han confesado que Jesús es el Mesías, Jesús comienza con ellos una catequesis personalizada sobre el sentido de su mesianismo y que se concreta en el primer anuncio de su pasión. Les dice que “tiene que subir a Jerusalén, que tendrá que sufrir mucho, que lo matarán y que el tercer día resucitará”.
Esto choca frontalmente con la idea de mesianismo que ellos tenían, con las expectativas de un mesianismo triunfante, que somete con poder y fuerza a los enemigos de Israel. Jesús no deja de hablar de victoria, pero de un modo completamente distinto al que esperan los discípulos: primero tiene que ir a Jerusalén, someterse, padecer, incluso ser ejecutado. El triunfo sólo vendrá después de la completa derrota, mediante la resurrección “al tercer día”.