Domingo 20 - A 2023
Jesús lo está pasando mal. Como buen hijo de Israel se siente enviado a sanar a las ovejas perdidas de su pueblo, pero sólo experimenta incomprensión y rechazo por aquellos que conocen la ley y gestionan la relación de la gente con Dios. Se siente enviado a su gente y se tiene que retirar a tierra “pagana”, Tiro y Sidón, porque “viene a los suyos y los suyos no lo reciben”. No lo reciben aquellos que tendrían que estar más sensibles a los signos mesiánicos de la venida del Reino de Dios. Fariseos y letrados se han endurecido y no soportan a Jesús, no lo dejan en paz.
El retirarse un tiempo de Galilea es porque Jesús necesita alejarse de su gente. Jesús está dolorido con lo que está experimentando. Necesita un “alto en el camino”. Necesita “tomar distancia” y entonces, en tierra pagana, una mujer le pide que tenga compasión. No nos tiene que sorprender que Jesús esté descolocado y “no le conteste ni palabra”. Los suyos no lo acogen y los “otros”, los paganos, le piden sanación.