Ascensión del Señor - C 2025
La Solemnidad de la Ascensión del Señor marca un momento clave en la historia de la salvación: Jesús resucitado asciende al cielo, completando su misión terrenal y dejando a los discípulos la tarea de continuar su obra. Esta fiesta no celebra una partida, sino una exaltación y una nueva presencia: Jesús no se va para alejarse, sino para llenar todas las cosas con su Espíritu. Es una fiesta de esperanza activa, de misión y de confianza en la promesa del Espíritu Santo.
El evangelio de Lucas concluye con una escena profundamente serena, simbólica y llena de promesas. La Ascensión no es un final, sino un punto de partida. Jesús resucitado, tras instruir a los suyos, los envía como testigos y les promete el Espíritu. Lejos de ser una despedida dramática, es una despedida esperanzadora: los discípulos no quedan abatidos, sino llenos de alegría.