Fieles Difuntos - C 2025
Hoy, en el Día de los Difuntos, la Palabra de Dios nos invita a detenernos, a mirar más allá de lo visible, y a contemplar con esperanza el misterio de la vida eterna. Jesús se acerca con ternura a nuestro corazón y nos dice: “No se turbe su corazón.”
Estas palabras, pronunciadas con la dulzura del que conoce nuestro dolor, suenan hoy como un bálsamo. Es como si Jesús se sentara junto a nosotros, en medio de la nostalgia por aquellos que han partido, y nos dijera con amor: “No tengas miedo. Confía en mí. Yo no te dejo solo, ni dejo solos a los que amas.”





